El usufructo de un inmueble consiste en el derecho de uso de la vivienda sin tener derechos de la propiedad. Por lo tanto, el usufructuario de una vivienda es aquel que puede disfrutar de este bien, pero no tiene los derechos que tiene un propietario. En muchas ocasiones los usufructuarios y propietarios tienen dudas acerca de este concepto y no saben hasta donde llegan sus competencias con la venta de un inmueble. Por una parte, el usufructuario no puede vender la vivienda. Por otra parte, el propietario no puede echar al usufructuario. En este post te explicaremos como funciona este tipo de operación.
Lo primero que deberías saber, en caso de encontrarte en esta situación, es que, a la hora de vender un inmueble con usufructuario, ambas partes (usufructuario y propietario) deben estar de acuerdo con la venta. Cuando el usufructuario vende la casa con usufructo y nula propiedad, este seguirá teniendo el usufructo. El comprador sería el nuevo propietario de la vivienda. No es una situación que ocurra muy a menudo, ya que, cuando un comprador compra una propiedad con usufructo, no podrá sacar ninguna rentabilidad sobre la vivienda.
Tipos de usufructo de viviendas
Si bien es cierto que este caso no es muy común, ya que son muy pocos los casos de compradores que inviertan en viviendas que no puedan sacar rentabilidad a corto plazo, puede ocurrir. En muchas ocasiones los ancianos venden sus hogares debido a la pequeña pensión que tienen, ya que necesitan dinero, pero necesitan seguir viviendo en su hogar hasta el momento de su fallecimiento. Por lo tanto, estos vendedores se convierten en usufructuarios y siguen viviendo en su hogar mientras que el propietario real es el comprador.
En este caso podemos observar un perfil de comprador poco común, pero más habitual de lo que pensamos: los inversores que buscan viviendas más baratas. Esta clase de gestión es una muy buena opción, ya que a largo plazo da beneficios sin haber invertido demasiado. Por lo tanto, esta es la situación se puede dar más, en la que el usufructuario y el propietario son los mismos.
Usufructo de vivienda con varios propietarios
No obstante, un caso mucho más común es cuando el usufructo y la propiedad pertenecen a dos personas diferentes y es el caso de las herencias. Cuando un propietario fallece, la propiedad de la vivienda se deja en orden descendiente, es decir, a los hijos. Sin embargo, suele ocurrir que el viudo o la viuda se quede como usufructuario de la vivienda. Aquí ocurre lo mismo que en el caso anterior: el propietario no puede disfrutar de la casa y el usufructuario no puede vender la casa.
En este caso, si las dos partes están de acuerdo, se puede vender la vivienda, pero el usufructuario seguirá teniendo el derecho de disfrutar de la vivienda. Otra opción sería que, en caso de que el usufructuario quiera mudarse y el propietario decida vender la vivienda, se debe abonar un 10% del valor de la vivienda al usufructuario.