El mercado inmobiliario está pendiente de sacar una nueva Ley de Vivienda para los próximos meses. Cada vez es más complicado para los jóvenes independizarse y conseguir un hogar de forma autónoma. Para aquellas familias con ingresos bajos también está resultando cada vez más complicado pagar el alquiler, puesto que el mercado inmobiliario está en un momento complejo. Esta nueva ley que el Gobierno planea establecer puede ayudar a las personas de ingresos bajos a optar a una vivienda mucho más asequible.
Para poner medidas a la precariedad en la que se encuentra gran parte de la población española, el Gobierno planea establecer una nueva ley que ayudará a los ciudadanos a pagar su alquiler o a adquirir su vivienda. Esta nueva modalidad está sobre todo orientada a aquellas personas que ya no pueden hacer frente al pago de su alquiler, se fijará utilizando como base aquellos inmuebles privados con una cuota de alquiler muy baja. Actualmente, España es un país principalmente de propietarios, puesto que la cantidad de viviendas en propiedad son de más de 14 millones.
Dificultad para alquilar
No obstante, hay alrededor de 3.2 millones de ciudadanos en alquiler y no todos tienen la capacidad financiera para alquilar un hogar o para adquirirlo. La nueva ley contempla la vivienda asequible incentivada, una modalidad muy similar a la vivienda protegida, sin embargo, hay algunas diferencias que queremos que conozcas. La vivienda de protección pública pertenece a las personas con pocos recursos, al igual que la incentivada, no obstante, en esta última es el propietario el que se beneficiará por haber bajado el alquiler a su inquilino, no el organismo público.
La diferencia está en quién obtendrá un beneficio por haber fijado el alquiler en una cuota más baja, si el propietario o el sistema público y esta nueva modalidad beneficiará a los propietarios. Es una ley muy interesante, puesto que disfrutarán de ella tanto las personas con bajos recursos como los propietarios. Probablemente, te preguntes, si eres propietario, cuáles son estos beneficios. Lo primero es una bonificación de hasta el 90% en la tributación fiscal del IRPF. El porcentaje depende de la edad del inquilino, del estado de la vivienda, si la zona es conflictiva, etc.
El objetivo que el Gobierno persigue con esta nueva ley es ayudar a que las personas con unos recursos inferiores puedan alquilar su vivienda. En cifras reales, el objetivo, según el Gobierno, es aumentar en al menos 3 millones de personas las que acceden a un alquiler con el método incentivador. Si esta medida la combinamos con otras modalidades, podemos conseguir estos objetivos. Sin embargo, para que las personas puedan acceder a este tipo de vivienda deben cumplir algunos requisitos que más adelante nos desvelará cada Comunidad Autónoma.