La mediación y la asesoría son dos conceptos que, aunque en muchas ocasiones se confunden, son dos elementos que tienen distintas características y funciones. Imagínate que realizas una compra de inmueble que tiene un resultado que no ha estado a la altura de tus expectativas, porque tiene cargas económicas de las cuales la agencia inmobiliaria en cuestión no te ha informado. Si esto te ocurre probablemente te preguntarás: ¿es mi culpa o es culpa de la agencia inmobiliaria? Este caso ya ocurrió y en el juicio el Tribunal Supremo dictaminó que efectivamente fue culpa de la agencia.
Hay que saber diferenciarlos
En ese juicio fue cuando el Tribunal Supremo determinó la diferencia entre mediación y asesoramiento. Y ambos conceptos jugaron un papel fundamental en este problema. En este caso determinado el cliente comprador contrató los servicios de asesoría de la agencia inmobiliaria y esta no cumplió correctamente con sus funciones y servicios prometidos. Es decir, la inmobiliaria hizo su trabajo de forma pésima, ya que no informó al cliente comprador de las cargas hipotecarias que el inmueble en cuestión tenía.
Por lo tanto, es importante destacar entre asesoría y mediación. La asesoría, por su parte, consiste en contratar un asesor letrado para realizar una consulta, tomar un consejo. Por lo tanto, el asesor inmobiliario está en la obligación de ayudar al cliente a descubrir aquellos recovecos del mercado inmobiliario ofreciéndole información sobre las tendencias, las condiciones, los precios, etc.
No obstante, un trabajo esencial que debe realizar un asesor inmobiliario, además de informar sobre los precios, es informar a la perfección y de manera clara sobre el estado legal de la vivienda. En Inmobiliaria Núcleo siempre tenemos en cuenta los mejores intereses de nuestros clientes y le damos una gran importancia al código ético y deontológico, el código de conducta y siempre seguimos un manual de buenas prácticas.
La mediación, por otra parte, es un proceso mediante el cual una agencia funciona como una persona de confianza para una de las partes de una compraventa, cuando ambas partes tienen intereses contrapuestos. Es decir, a la hora de una compraventa, el mediador estará de parte de los intereses del comprador o del propietario, según quien lo haya contratado y su función será conseguir un acuerdo. La diferencia principal entre ambos términos (asesor y mediador) es que la intención del asesor es alcanzar los objetivos del cliente, mientras que el mediador es acercar posturas de ambas partes para conseguir la venta de un inmueble.